
Este arcón de hule y paspartú
guarda extraños sortilegios.
Álbum de fotos
Desde una cartulina
festoneada brillante,
prisionera de cuatro esquineros,
con asombro, sentado en un triciclo
me observa un niño de tres años.
Yo lo miro
sabiendo que puedo contarle su futuro.
Páginas
con olor a flores secas
y melancolía en blanco y negro.
Allí mi madre.
Sí, mi madre.
Al menos son sus ojos,
vestida de blanco
con un libro de nácar y oropel
y Dios desde un rosario
goteando entre sus dedos.
Mi hermano de marinero,
navegando en un mar embravecido
de cartón pintado.
Y mi abuela,
creyéndose una niña.
cabalga en una hamaca.
Un soldado
que extrañamente tiene mi sonrisa.
Un perro igual al que tuvimos.
Anónimos remeros en el Tigre
y ciclistas con Luján a sus espaldas.
Un desconocido Zorro menudito
con bigotes dibujados,
y en su mano
una espada justiciera de madera.
Y nuevamente el niño
que me mira con ojos de tristeza
montado en un caballo.
Y las trenzas de mi hermana
asomando detrás de su cintura.
Es mágico este álbum
en él todo es posible,
el tiempo puede retroceder o detenerse
hasta hacer que mi abuelo
sea más joven que mi padre
y yo
sea más viejo que los dos.
omar alonso