lunes, septiembre 05, 2005

CENIZAS


En las cenizas hay todo, hay una vida
escondida debajo de su vientre.
Espejos guardados,
donde esperan dormidos fantasmas de carne,
viejos fantasmas envueltos en vigilias.
Tempestades y viejos cataclismos
desazones milenarias, superficiales, encubiertas,
desnudables apenas con un soplo.

Los restos de la fiesta de la creación,
los de esa primera mañana
que amaneció con el mísero mar humano
sin el dedo de Dios.

En las cenizas hay todo, hay una vida
escondida en los grisáceos átomos de polvo.
¿Agua? Quizás algunas gotas
contaminadas, insalubres,
que tan sólo parecen capaces de engendrar
soledades, embriones muertos.

El trajinar incierto de la calma,
sumido entre escorias matutinas,
y debajo… un sueño, un sueño sin confines,
como un leve calor,
gritando sin voz, pujando,
renaciendo en una llama desde el rescoldo
de su fondo infinito.

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